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Nuestro Viaje a Islandia se podria dividir en 2 etapas, en la primera realizamos las rutas mas duras fisicamente hablando, con largas caminatas por hielo, fango, rocas y musgo, mientras que en la segunda, ya junto al grupo 2, realizamos trayectos mas llevaderos y con mas contenido cultural, como visitas a parques naturales y zonas habitadas.
Yo solo os voy a hablar de la primera etapa.
Comenzaré hablando de los protagonistas de esta aventura:

Javi "Gatchan": Estuvo malo los primeros dias de la ruta pero no quiso perdersela, realizo algunas de la mejores fotos que podeis ver aqui. Contaba chistes malos y utilizaba su privilegiada mente para gastar bromas a los demas, su ingles nos saco de mas de un apuro.

Dario "Utopia": Llego a Islandia con muchas ganas de comerse la isla, y vaya si se la comio, tanto que le dio un arrechucho de la muerte y poco mas y es baja. Logro reacerse y pudo hacer muchas vueltas mas. Maestro en recocimiento y temperaturas extremas. Tenia el abrigo mas calentito.

Abel "Ragnarok": Dudaba con el viaje pero nada mas tomar el avion ya estaba el primero. Llevaba un gorrito que le daba un toque de snowboard. Se integro muy bien gracias a su larga cabellera. Era un experto en grabar con el movil.

J. Lucia "Mama/Tia": Se cambio al grupo 1 en el ultimo momento y vino sin hacer las pruebas fisicas, pero demostro su nivel al terminar todas las etapas. Muy habil en el uso del baston.

Saul "xxl": Ese soy yo, jejejeje. Tenia ganas desde pequeño de ser explorador artico y ahora gracias a esta oportunidad por fin podia hacer mi sueño realidad.

y Alberto "Icelander": Un autentico vikingo domador de caballos, nuestro mejor guia, se curro todas las rutas, la planificacion, el alquiler de los equipos, etc, etc. Sin el nada de esto hubiera sido posible. Sentia un gran debilidad por los saltos de agua.
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Tras bajar del avion empezamos a notar el cambio en el clima, mucho mas fresquito, sobre todo cuando hacia viento. Alberto nos estaba esperando para recogernos, asi que llegamos a su residencia y dormimos. A la mañana sigiente ya estabamos comprando las provisiones para los dias de ruta y pronto salimos hacia nuestro objetivo, la peninsula de Snaefellsnes.
La primera parada fue en unos saltos de agua en el desvio de la bahia, y ahi por nos dimos cuenta la peculiaridad del suelo islandes, que nunca es tan duro como parece ser. Poco mas adelante encontramos una iglesia tipica islandesa. Estas iglesias estan siempre abiertas asi que pasamos a echar un vistazo. Al lado de la iglesia habia un cementerio y me acerque a ver, las tumbas eran bastante humildes y habia dos pequeños arboles que nacian de dos de las tumbas. Era la primera vez que veia algo asi, pero me gustó la idea, era algo asi como David el gnomo, que se convertia en arbol cuando su vida llego a su fin.

Tras esta parada visitamos las ruinas de un poblado vikingo, bordeamos las montañas y pasamos por Borgarnes, rumbo a Elbor, un viejo volcan en medio de un campo de lava que lleva hasta el mar. En las cercanias del volcan, Alberto conocia la existencia de unas cabañas muy cucas, con su jacuzzi y todo, y tras regatear nos las dejaron a un precio buenisimo.
La ruta hasta el volcan fue bastante ardua, los escasos 3 km que separaban las cabañas del volcan se convitieron en mas de 8 km debido a las vueltas y reveltas que debimos tomar para llegar. Habia tres posibles caminos, uno por el que entrabas en un bosque de arbustos y rocas volcanicas que hacian casi imposible el avance; otro por el que bordeabas el bosque pero te adentrabas en terreno pantano en el que se te hundian las botas hasta el tobillo en fango; y un tercero mezcla de los dos anteriores pero por el que ibas ademas por rocas que se hundian en el suelo al mas puro estilo humor amarillo. Dario y Abel optaron por el primero y los demás tiramos por el tercero.

Al llegar a lo alto del volcan el viento soplaba muy fuerte, era dificil incluso mantenerse de pie. Alberto se fue a dar una vuelta por el borde, saltando y trepando como si llevara toda la vida en Islandia y yo decidí seguirle junto con Abel y Dario, pero pronto cambiamos de idea pues realmente todavia no comprendo como logro dar la vuelta al volcan. El terreno era abrupto, se caia a cachos y encima el viento te tiraba si te descuidabas. Dario y Abel decidieron volverse y yo segui un poco más pero los riesgos eran demasido altos, asi que opte por bajar al interior del crater.
El descenso fue facil, ya que habia un turruntero de rocas volcánicas y lo bajé en modo avalancha. Al llegar al centro del volcan cambió el paisaje y el viento dejo de soplar, una caverna llena de nieve y un hito de piedras presidian este sobrecogedor escenario, me quite los guantes y coloque una piedra más en lo alto del hito, depues deje mi sello personal. Antes de irme, vi algo blanco en el suelo, aparte la nieve y el musgo que habia encima y encontre un hueso. No sabia de quien o de que era, pero lo guarde y subi trepando hasta la cima del volcan donde Dario, Alberto y Abel me esperanban.

A la vuelta del Elbor nos perdimos en el bosque de arbustos ya que ya no disponiamos de la referencia del volcan para guiarnos, el sol se habia puesto y comenzaba a anochecer. Javi y Lucia llegaron a la cabaña sin problemas pero nosotros mientras intentabamos encontrar el camino en un bosque de arbustos, piedras, fango y musgo. Alberto se separo y desaparecio, Dario Abel y yo segimos hasta el rio y al final llegamos a la cabaña, Alberto, que ya habia llegado, dijo que nos perdio entre los arbustos y decidio seguir adelante el solo.
Ya en lugar seguro, nos quitamos la ropa y nos metimos en el jacuzzi a beber unas "Polar Bear", y cuando empezabamos a arrugarnos como pasas comenzó a nevar. Se nota que en Islandia el agua caliente es gratis. Despues del baño cenamos, y por fin pudimos descansar.

(continuara...)
Fue un coomienzo duro. Ya el primer día escalando de manera brutal. Os convertí en vikingos en cuestión de un día. Pero el premio fue también muy grande: ¡Hot tub!
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